El máster nace con una vocación internacional europea muy marcada que, más allá de la adaptación de la docencia al espíritu del Espacio Europeo de Educación, se concreta en la voluntad de movilidad de estudiantes y profesorado, explotando los diversos convenios de intercambio que la FIB tiene establecidos con un buen número de universidades y que comporta el requisito de conocimiento del inglés por los estudiantes que soliciten cursar el máster.
El máster tiene un elevado número de sinergias con el segundo ciclo de la titulación actual de Ingeniería Informática, aun cuando hay diferencias substanciales. El carácter de especialización obligada en una de las siete especialidades del máster y el componente internacional obligatorio son algunas de sus características distintivas más relevantes respecto del segundo ciclo.
Igualmente, se promueven los valores sociales y medioambientales relacionados con la informática, y un conjunto de competencias transversales orientadas al desarrollo profesional, como son la capacidad de trabajo en equipo, de dirigir grupos de trabajo, de comunicación oral y escrita y, particularmente, la capacidad de seguir aprendiendo a lo largo de la trayectoria profesional.